Con toda razón esperaban su canonización:
"Declarado santo",
Juan XXIII,
el papa HÉROE del pueblo judío
Uno de los papas "canonizado" tuvo una
humanitaria actuación en el período del Holocausto. Así lo manifiesta el
creador de la Fundación Wallenberg
Juan XXIII, quien será canonizado el
domingo en El Vaticano, fue "el mejor papa de la historia para el pueblo
judío", ya que salvó miles de vidas durante el Holocausto y abrió el
diálogo judeo-cristiano, aseguró el creador de la Fundación Wallenberg, Baruch
Tenembaum.
"Angelo Roncalli ha hecho cosas tan
extraordinarias y me alegra muchísimo que lo declaren santo, aunque la
beatificación a mí como judío no me toca. Va a ser un gran
llamado de atención al mundo católico", dijo Tenembaum en una entrevista a
la AFP en Nueva York, en vísperas de que Juan XXIII y Juan Pablo II sean
declarados santos.
De 80 años y oriundo de Argentina,
Tenembaum tiene una larga trayectoria como líder judío en el diálogo
interreligioso y estuvo entre los nominados al Nobel de la Paz 2009.
Es uno de los creadores de la Fundación
Internacional Raoul Wallenberg, en homenaje al diplomático sueco que salvó a
miles de judíos húngaros del exterminio nazi. La institución ha dedicado
grandes esfuerzos a difundir la obra de Roncalli (1881-1963) como nuncio
apostólico en Turquía durante la Segunda Guerra Mundial.
"el mejor papa para el pueblo judío en toda la historia"
"Es evidente hoy, con absoluta
seguridad, que Juan XXII Roncalli fue en mi opinión el mejor papa para el
pueblo judío en toda la historia, sin duda alguna. Roncalli en mi concepto no religioso
es un santo. Más de lo que él hizo, no pudo haber hecho", afirmó Tenembaum
en las oficinas de la fundación en Manhattan.
Como delegado apostólico del Vaticano en
Turquía, Roncalli ayudó a salvar a miles de judíos de la persecución nazi en
Europa del Este, utilizando como estratagema la conversión al cristianismo.
"En aquel momento tener un
certificado de identidad católica era salvar la vida, es decir, se demostraba
que no era judío. Él daba certificados de conversión con nombre y apellido
firmados como corresponde", recordó Tenembaum.
Roncalli fue incluso más allá enviando
"certificados en blanco" al nuncio papal en Budapest, Angelo Rotta,
para que éste los utilizase en acuerdo con la comunidad judía de Hungría,
agregó.
Tenembaum ha propuesto que Juan XXIII
fuese reconocido como "justo entre las naciones" por parte de Yad
Vashem, la institución creada en Israel para honrar a las víctimas y héroes de
la Shoá.
El creador de la Fundación Wallenberg
admitió que no hay demasiada documentación que refleje lo hecho por Roncalli
durante el Holocausto, aunque sí existen testimonios, a lo que se suma sus
gestos de apertura y a favor del diálogo interreligioso como papa entre 1958 y
1963.
Juan XXIII "fue el primero que sacó
la espina del drama vivido por la Iglesia católica, por los católicos, por la
muerte de Jesús", eliminado por ejemplo la calificación de
"pérfidos" dirigida a los judíos durante la oración de Viernes Santo,
señaló.
"Yo soy José, vuestro hermano" (-y les entregó todas las riquezas de Egipto-. Nota del editor)
Otra gesto muy simbólico tuvo lugar cuando
una delegación estadounidense judía visitó El Vaticano y Juan XXIII, en lugar
de esperarla en su trono, se bajó y avanzó a saludarla diciéndole "Yo soy
José, vuestro hermano", en referencia a un conocido episodio bíblico de
reconciliación fraternal.
Tenembaum indicó que Roncalli, cuando se
desempeñaba como nuncio apostólico en Francia, tuvo un papel importante en la
partición de la región de Palestina en Naciones Unidas en 1947 y la declaración
del Estado de Israel.
El Rabino Skorka, quien es rector del Seminario Rabínico Latinoamericano destacó la acción del actual (Papa) argentino en el mismo sentido que estas dos grandes figuras: "Francisco está afirmando todo lo que hicieron sus antecesores desde la relación judeo-católica, al seguir adelante por la senda que empezó Juan XXIII y siguió de manera descollante Juan Pablo II".
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