miércoles, 28 de agosto de 2019

CAÍDAS POR RESPETO HUMANO

    Lazos del demonio, caídas por respeto humano. (Sueños de Don Bosco). 
   
   Apenas se había adormecido Don Bosco, cuando un personaje lo obligó a levantarse y seguirlo. Lo llevó a una gran llanura y luego siguieron caminando por un camino ancho y bien pavimentado, que iba bajando suavemente y estaba bordeado de hermosos cercos de flores. Su paso era ligero, y le parecía que más bien volaba. Detrás venían los niños del Oratorio y de pronto se encontró en medio de ellos. Mientras los estaba mirando, vio que algunos de ellos caían al suelo y eran arrastrados hacia una horrible pendiente. Preguntó a su guía: “¿Qué es lo que los hace caer?”. “Han puesto lazos, acércate”. Se acercó Don Bosco y vio que los niños caminaban entre muchos lazos, algunos de los cuales estaban a flor de tierra y otros a la altura de la cabeza de los niños, que no los veían. Muchos niños caminaban confiadamente y quedaban enlazados, cayendo por tierra y luego, levantándose corrían precipitadamente al precipicio. Unos eran enlazados en la cabeza; otros en el cuello; otros en las manos, brazos o piernas, y todos eran arrastrados hacia abajo.   

 "Todos los enlazados, como primer movimiento caían al suelo. El personaje le dijo que aquello representaba el RESPETO HUMANO."
   
    Don Bosco tomó uno de esos lazos, y sintiéndose arrastrado, lo siguió, llegando a la boca de una gran caverna. Allí se detuvo y comenzó a tirar el hilo hacia sí, y después de grandes esfuerzos apareció en la entrada de la caverna un horrible monstruo, que tenía en sus manos una soga, a la cual estaban atados todos los lazos esparcidos por el camino y arrastraba a sí a todos los que caían. Alejándose, dijo: “A éste, se lo vence con la señal de la Cruz y con las jaculatorias”. “Ahora sabes quién es?”, dijo el guía. “Sí, es el demonio, que tiende los lazos para hacer caer en el infierno”. Los observó con atención Don Bosco y vio que cada lazo llevaba su inscripción: soberbia, desobediencia, envidia, impureza, hurto, gula, etc. Observó que los lazos que hacían mayor número de víctimas eran la deshonestidad, la desobediencia y la soberbia. 

  "Los niños que corrían con más velocidad eran los arrastrados por el RESPETO HUMANO." 
  
  Vio también que habían muchos cuchillos que servían para cortar los lazos. El cuchillo que cortaba el lazo de la soberbia era la meditación y había otro menor que significaba la lectura espiritual. Había también dos espadas, que significaban la comunión frecuente y la devoción a María Santísima. Había un martillo que representaba la confesión


   Con estas armas muchos niños rompían los lazos; otros niños caminaban entre los lazos, pero los evitaban con facilidad, significando que ponían en práctica los medios para evitar el pecado. El guía condujo luego a Don Bosco por la cuesta que bajaba más rápidamente, y lo llevó a ver el infierno en donde caían aquellos niños. (Tomo 9, 154).

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