Sus Obras:
domingo, 2 de febrero de 2014
EL TALMUD AL DESNUDO
Queremos compartir con todos tres artículos que resumen la obra "El Talmud Desenmascarado" del Padre Justinas Bonaventure Pranaitis (1861-1917) quien fue un religioso católico lituano, profesor de teología en la la academia imperial católica de San Petesburgo en Rusia conocido por su evangelización del Uzbekistán y por su libro sobre el Talmud que expone de manera clara y abierta las enseñanzas judías sobre los pueblos gentiles en general y sobre los católicos en particular. Fue asesinado en 1917 por la Checa.
Sus Obras:
Sus Obras:
· Christianus in Talmude Iudaeorum sive Rabbinicae doctrinae de Christianis secreta, Petropoli [St. Petersbourg] 1892;
· El Talmud Desenmascarado, Lima 1981.
La razón de colocar estos tres artículos, es para demostrar la diferencia entre lo que se nos quiere mostrar a los cristianos de parte de los rabinos que se encuentran en relaciones oficiales con las autoridades del Vaticano, dígase contubernio con Francisco, y el verdadero pensar y la enseñanza que se imparte en Israel al pueblo judío a cerca de Cristo y nuestra Fe Cristiana.
Nos pareció a propósito el trabajo que SOFRONIO realizó resumiendo esta obra en Tradición Digital, (lo reproducimos en sus tres partes) y quisimos compartirlo para que se entienda de qué se habla, antes de mostrar en vídeos y teniendo como protagonistas a los mismos rabinos, para que no quede la menor duda de lo que enseña el libro del Talmud, que es lo que enseñan y creen los judíos de hoy y la mentira que nos predican los judíos que hacen ecumenismo en conjunto con Francisco. "A REELEVO DE PRUEBAS CONFESIÓN DE PARTE".
EL TALMUD AL DESNUDO (I)
Si a usted, amable lector, le causaren
repugnancia algunas citas que aquí aparecen, no descargue su ira sobre mí
persona, puesto que no voy a pretender más que dar testimonio de la Verdad, y
no veo mejor forma que exponiendo a la luz lo que está oculto; trataré de
demostrar que los judíos no veneran ni se guían por la Ley ni por los Profetas,
sino por las opiniones de los rabinos.
Sin embargo, la frontera entre la Sinagoga
y la Esposa de Cristo, aunque es absoluta, no es meramente territorial ni es
tan fácil de distinguir su perímetro difuso, sino que atraviesa sinuosamente a
los mismos miembros de la iglesia oficial; por eso se encuentran en ésta
esposos y hermanos, padres e hijos, uno de los cuales será llevado y otro
dejado; y sobretodo, muchos pastores que introducen al lobo en el aprisco,
canes mudos, doctores bobos, maestros de la inmundicia, ‘santos’ adictos al
‘blu-jeans’ a la ‘cocacola’ y al ‘hog-dogst’, monas del gran San Bernardo,
caricaturas de Santa Catalina de Siena y ‘papas’ que conducen a su grey a las
fauces de los anticristos reunidos en la Sinagoga de Roma, de Buenos Aires, New
York o en cualquier otro Kahal, (1) desde los cuales quieren dominar
toda la tierra (Jn. 8, 39 ss.).
Sí, he dicho también "papas", y lo digo con muchísimo dolor y tristeza, pero me es imposible
callar la verdad ¿Qué significan, sino, estás palabras suyas que
resalto?:
“Hasta entonces [la
parusía], Israel mantiene su propia misión. Está en la mano de
Dios, el que en el tiempo que quiera, los salve “totalmente” cuando el número
de los gentiles se haya completado”. ( Benedicto XVI en la obra “ Jesús de
Nazaret II ”P. 63); o estas otras del mismo autor “Y si los judíos no ven las promesas que se
cumplen en Él, no se trata de mala voluntad por su parte, sino
realmente a causa de la oscuridad de los textos. … Hay buenas
razones, entonces, para negar que el Antiguo Testamento se refiere a
Cristo y para decir, ‘No, eso no es lo que dice‘ “(C. Ratzinger en
Dios y el Mundo’ P. 209).
O éstas del santo
súbito “¡Shalom!…
El encuentro entre el pueblo de Dios de la Antigua Alianza, que nunca fue
rechazada por Dios, y el de la Nueva, es asimismo un diálogo interior a la
Iglesia misma, como si fuera entre la primera y la segunda parte de la
Biblia (…) Judíos y cristianos están llamados como hijos de
Abraham a ser bendición para el mundo (…) Diálogo entre las dos
religiones que, con el Islam, deben dar al mundo la fe en el único e inefable
Dios que nos interpela”.( Juan Pablo II a la comunidad judía en Maguncia el
11/7/80).
O ésta del mismo y
anterior ‘doctor’ “A quienes comparten con nosotros la herencia de
Abraham, nuestro padre en la fe, y la tradición del Antiguo Testamento, es
decir, los judíos; y a quienes, como nosotros, creen en Dios
justo y misericordioso, es decir, los musulmanes, dirijo igualmente esta
llamada, que hago extensiva, también, a todos los seguidores de la grandes
religiones del mundo” (Encíclica Sollicitudo Rei Socialis de Juan Pablo II)
O ésta de Francisco “La
Iglesia oficialmente reconoce que el pueblo de Israel sigue siendo
depositario de las promesas” (Bergoglio en Sobre el Cielo y la Tierra, pag.
176)
¿Pero no se cumplieron ya las antiguas promesas
en Cristo, al que no aceptan los judíos talmúdicos, Francisco? ¿cómo van a ser herederos de las promesas
los que rechazan al Verbo de Dios, si Él mismo les dice en Jn.8, 24: “ Si no creéis que Yo
Soy, moriréis en vuestros pecados”; y en otro pasaje les dice que no
tienen por padre a Abraham, sino al demonio? ¿Qué, pues, significa la
comunicación en lo sagrado del card. Bergoglio, cuando participó en la
fiesta de la Janucá judía o en sus rezos en la Sinagoga?
Francisco y sus predecesores están
enseñando que el Antiguo Pacto no fue abrogado, contra lo que dice
infaliblemente la Santa Iglesia Católica.
“[La Iglesia] Firmemente
cree, profesa y enseña que las legalidades del Antiguo Testamento, o sea, de la
Ley de Moisés, que se dividen en ceremonias, objetos sagrados, sacrificios y
sacramentos, como quiera que fueron instituidas en gracia de significar algo
por venir, aunque en aquella edad eran convenientes para el culto divino, cesaron
una vez venido nuestro Señor Jesucristo (Concilio de
Florencia DZ 1348). Doctrina confirmada siempre en
la Iglesia:“Y en primer lugar, por la muerte de nuestro Redentor el
Nuevo Testamento tomó el lugar de la antigua ley que había sido abolida …por
su muerte Jesús dejó sin efecto la Ley con sus decretos [Ef. 02:15] …
se establece el Nuevo Testamento en su sangre derramada por toda la raza
humana.” A tal punto, por consiguiente, “dice San León Magno al hablar de la
cruz de nuestro Señor, se llevó a cabo la transferencia de la Ley al Evangelio,
desde la sinagoga a la Iglesia, de muchos sacrificios a una sola Víctima, que,
cuando nuestro Señor había expirado, se desgarró violentamente de arriba abajo
el velo místico que cubría la parte más interna del templo y su secreto
sagrado. En la cruz, murió la antigua ley; murió, para inmediatamente
ser enterrada y ser portadora de muerte … “ (Papa Pío XII, Mystici
Corporis Christi N° 29-30, 29 de junio de 1943)
Pues bien, sean suficientes estas citas
y gestos tan dolorosos, entre cientos que podría traer, de este Bergoglio y
de sus más inmediatos predecesores para exhibir las vergüenzas de
quienes, en vez de llevar a las ovejas a verdes y tiernos pastos, las conducen
a los abrojos de las peñas donde serán más fáciles presas del lobo sanguinario,
y las abrevan, no en pozos de aguas cristalinas, sino en los charcos estancados
y contaminados de ponzoña, predicando una doctrina que ya no es católica.
Parece, pues, que según aseguran Juan
Pablo II, Benedicto XVI y Bergoglio, los judíos siguen hoy la Torá y a
los Profetas, manteniendo su propia
misión(¡?): Pero eso es un error de consecuencias gravísimas para los
fieles católicos, porque:
En primer lugar, los rabinos ni
guardan ni se someten a Ley la de Moisés, como se demuestra por la lectura del
Talmud, del cual vamos a hablar y a usar como fuente; y
En segundo lugar, aunque de mayor calado, aunque así fuese, porque la Antigua Alianza fue
abolida.
Tal vez se pregunte, si hasta aquí ha
llegado, amable lector, qué es el Talmud.
La presunta enseñanza oral transmitida por los
rabinos es el Talmud.
Esta vasta obra consta del Mischnat,
elGemarah y el Tosephot como partes
principales, más las notas marginales del rabino Ascher llamado el Piske
Tosephot y el Perusch Hamischnaoth de
Maimonides.
El
Talmud completo contiene, pues 63 libros y 524 capítulos. Existen otros 4
tratados breves, pero que no han sido incluidos en el Talmud ordinario. Ahora
bien, habiendo estado en desacuerdo los rabinos sobre la interpretación de
muchas de sus partes, surgió la necesidad de un libro que ofreciera soluciones
concisas; necesidad que satisfizo el rabino Joseph Caro (1488-1577) con su
comentarioSchulchan Arukh –‘La Mesa Preparada’-; pero como
las costumbres de los judíos orientales diferían profundamente de los judíos
occidentales, no sirvió para contentar a todos; por tal motivo el rabino Mosche
Isserles escribió un comentario sobre ‘La Mesa Preparada’ bajo el título deDarkhe
Mosche –El Camino de Moisés-, que tuvo la misma buena aceptación
en Oriente y en Occidentes, el cual se usó durante siglos. Sin embargo, en la
actualidad el Schulchan Arukh de Joseph Caro es el que
se utiliza principalmente en los estudios. Es muy difícil para los
cristianos obtener una copia auténtica, ya que éstos suelen comprar, engañados,
ediciones espurias que ocultan la mayor parte de las ofensas a Nuestro Señor
escritas en él, ofertados en las librerías católicas, para más
agravio. Con brevedad expliquemos estas partes y cómo surgen.
Los judíos del Talmud, que no de la Antigua
Alianza derogada por Dios, afirman que Moisés recibió de Dios, además de las
Tablas de la Ley, también oralmente las interpretaciones
de la misma. Esta interpretación oral no fue transmitida a Josué, pero si a
Josías y al cabo del tiempo a la Gran Sinagoga, y luego a ciertos rabinos hasta
que ya no fue posible retenerla más.
En el siglo II después de J. C.N.S., viendo
los judíos que esta ley oral se desvanecía, un rabino de nombre Jehuda recopiló todas las cartas y formó el
primer Mischnat, es
decir, fijó las presuntas leyes orales por escrito. Aceptado,
al principio, por las academias de Babilonia y Palestina, con el correr del
tiempo surgieron muchas divergencias. Estas polémicas y diferentes resoluciones
escritas sobre el Mischnat pasaron a formar parte del Talmud,
llamándoselas el Gemarah.
Pero existe, en principio, un doble Talmud: el palestino cuyo Gemarah es obra de un solo
autor y de contenido bastante vago y el
babilónico, obra de varios rabinos durante distintas épocas, por lo que éste ha
sido tenido en el más alto concepto por los judíos.
Pues bien, al Gemarah le siguen
ciertos agregados u opiniones de algunos rabinos posteriores que los usaron
para explicar la Mischnat en los colegios, pasando también al
Talmud y se denominan Tosephot.
Pero hubo también
otros comentarios de doctores externos, es decir fuera de los colegios de
enseñanza; estos comentarios se compilaron en sentencias breves y pasaron
igualmente al Talmud, llamándoseles Piske Tosephot.
El Talmud babilónico estaba casi
terminado en el siglo VII después de Cristo, y casi nada se añadió durante 400 años,
salvo algún relevante Tosephot al comienzo del siglo XI y
sobre todo, casi al final de ese largo periodo, el Perusch
Hamischnaoth de Maimonides.
Sea lo anterior suficiente para hacerse
idea de la existencia de una creencia, extra bíblica, en una ley oral distinta
de la Ley de Moisés, que ni Caudillos o Reyes, y ni siquiera los Profetas
dieron testimonio alguno de conocerla. Obviamente, en la plenitud de los
tiempos, cuando vino el Mesías prometido, la religión estaba tan pervertida en
manos de los escribas, saduceos y fariseos, y su corazón tan endurecido, que no
quisieron reconocer al Prometido.
Por desgracia, se nos intenta convencer hoy
de que los judíos actuales, aunque no han reconocido al Hijo de Dios,
veneran la Ley y los Profetas, es decir, se rigen por lo establecido en
nuestro Antiguo Testamento. Nada más incierto y ninguna anestesia más poderosa
que ésta para adormecer los débiles entendimientos de la mayoría de los
católicos actuales.
Hay que destacar, pues, que esta vasta
obra, El Talmud, se considera sagrada
por los judíos y mucho más importante que las Sagradas Escrituras, según
sus creencias, y que, incluso, dentro de aquélla ni siquiera la supuesta ley
oral o Mischnah es la parte más venerada, sino los
comentarios a éste de los rabinos o Gemarah . No son
delirios nuestros estas afirmaciones, pues es el propio Talmud quien lo
asegura. Así podemos leer en él:
“Aquellos que se dedican a
leer la Biblia ejercitan una determinada virtud, pero no mucha;
aquellos que estudian la Mischnach ejercitan una
virtud por la que serán premiados; pero, no obstante, aquellos que se
dedican a estudiar el Gemarah ejercitan la más grande
de las virtudes”. (2).
“La Sagrada Escritura se
asemeja al agua, el Mischnah al vino,
y el Gemarah al vino aromático” (3)
Esta siguiente cita es ya bastante más
conocida para muchos estudiosos:
“Hijo mío, presta
atención a las palabras de los escribas antes que a las palabras de la Ley”
(4)
Para los judíos, la
razón de esta inversión de la Revelación divina se encuentra, entre otros
lugares, en lo que dice el Tratado de Shanedrín, X, 3, f. 88b,
sentenciando:
“aquél que quebranta las
palabras de los escribas peca más gravemente que aquellos
transgresores de las palabras de la Ley.
En el Tratado
de Erublhin, f. 13b, donde consta que existió una grave diferencia de
opiniones entre la escuela de Hilel y Schamai, se concluye para
perplejidad de la inteligencia sana, que “Las palabras de ambos son las palabras del
Viviente”. O sea, que las palabras contradictorias de las dos escuelas son la Palabra
de Dios; no forma, pues, parte de la Revelación de Dios la Sagrada Escritura,
sino la vanidad de las opiniones humanas y vehementes de los rabinos, aunque
unos se contradigan a los otros.
Nada más alejado del concepto de Revelación que
mantuvieron los Profetas del Antiguo Testamento, que es el mismo los católicos.
Esta negación del objeto formal de la
Revelación no mantiene ni los más elementales presupuestos filosóficos,
aceptando en sus alocadas y extraviadas mentes hasta el principio de
contradicción como argumento y desvariando, por lo tanto, hasta en el mismo
objeto material.
Con mayor claridad
aún, si cabe, afirman en varios lugares más la supremacía del Talmud
sobre las Sagradas Escrituras. “No existe nada superior al Sagrado Talmud”
(5)
Muchos fueron los
papas que condenaron el Talmud.
He aquí una breve lista de los Romanos
Pontífices, que no pretende ser exhaustiva y que sancionaron al Talmud
por blasfemo contra Cristo y los cristianos:
Gregorio IX, Inocencio IV, Julio III, Pío
IV, Pio V, Gregorio XIII, Clemente VIII, Alejandro VII, Benedicto XIV, León
XIII…
Otra cosa no podían hacer, pues el mismo
Logos Encarnado dijo a los judíos:
«Si fuerais hijos de
Abraham obraríais como él.; pero ahora queréis matarme a mí, al hombre que os
dice la verdad que ha oído de Dios. Abraham no hizo eso. Pero vosotros obráis
como vuestro padre». Ellos le dijeron: «Nosotros no hemos nacido de la
prostitución; tenemos un solo Padre, que es Dios ».[¿no lo mismo que
dicen, por desgracia, Benedicto XVI, Juan Pablo II, Francisco y el
concilio V. II en los textos citados 'ut supra', y lo digo con profundo dolor?] «Jesús prosiguió:
«Si Dios fuera vuestro Padre, vosotros me amaríais, porque yo he salido de Dios
y vengo de Él. No he venido por mí mismo, sino que Él me envió…vosotros [los judíos que no
aceptan a Cristo] tenéis
por padre al demonio y queréis cumplir los deseos de vuestro padre [matar al Hijo de Dios
entonces, y hoy a su Cuerpo Místico la Iglesia]. Desde el comienzo él fue
homicida y no tiene nada que ver con la verdad, porque no hay verdad en él.
Cuando miente, habla conforme a lo que es, porque es mentiroso y padre de la
mentira” (S. Juan 8 39, ss).
Y el Apóstol de los gentiles no cambia
una tilde de la doctrina del Divino Maestro, diciéndoles a los de Tesalónica “..los judíos, los cuales no contentos con
matar al Señor Jesús y a los profetas, también a nosotros nos persiguieron:
que no agradan a Dios y son contrarios a todos los hombres …
obstinados siempre en colmar la medida de sus pecados pero está para descargar
sobre ellos la ira hasta el colmo”. (I Tesalonicenses 2:14-16).
Y la Esposa Inmaculada de Cristo, fiel
transmisora del depósito de la divina fe, ha sentenciado ex cathedra la
misma doctrina, que debe ser creída como de fe divina definida: “[La Iglesia] Firmemente
cree, profesa y enseña que las legalidades del Antiguo Testamento,
o sea, de la Ley de Moisés, que se dividen en ceremonias, objetos sagrados,
sacrificios y sacramentos, como quiera que fueron instituidas en gracia de
significar algo por venir, aunque en aquella edad eran convenientes para el
culto divino, cesaron una vez venido nuestro Señor Jesucristo,
quien por ellas fue significado, y empezaron los sacramentos del Nuevo
Testamento” (Decreto para los jacobitas -Concilio de Florencia –XII
ecuménico-De la Bula Cantate Domino, de 4 de febrero de 1441, (fecha
florentina) ó 1442 (actual), del Papa Eugenio IV, Dz. 1348).
Los defensores contemporáneos del Talmud se
expresan sobre él de la misma manera que los judíos contemporáneos de Cristo
que le rechazaron; y en nada se distinguen, pues, de sus antepasados,
sino en que ahora ostentan un poder capaz de orientar el mundo. Como nada tiene que ver Cristo con Belial,
tampoco su Cuerpo Místico con la Sinagoga; así pues, no escuchéis a los
falsos pastores, y guardad impoluta la fe de los Apóstoles, porque los hijos
del diablo, no pueden ser ni hermanos mayores nuestros, y ni siquiera parientes
lejanos.
(1) El Kahal es la forma suprema de
organización judía. Es un centro gubernamental que coordina unidades
representativas locales alrededor del mundo que a su vez se dividen en
distritos llamadas kehillas
(2)Tratado de Baba
Metsia, fol.33ª; El Talmud desenmascarado, pag. 22. El Talmud
desenmascarado; Pranaitis, S. pestesburgo 1892; Ed Alpa Miami, pag.22
(3) Tratado Sophereim, XV,7, fol 13b; Ibid; pag.22
(4) Erubhin, f.21b. Ibid.
(5) Mizbeach (12) cap V.; Cf.
Joan, Bustorf, Recensio operis Talmud, p. 225; ibid.
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