sábado, 25 de octubre de 2014
Cristo Rey
Fiesta
de Cristo Rey
La Iglesia
quiere que pensemos hoy en las consecuencias de este llamamiento Universal a la
fe de Cristo. Las naciones, en conjunto, se han convertido al Señor, que las
trajo, con los acontecimientos sobrenaturales, los beneficios de una
civilización completamente desconocida del mundo antiguo. Pero, desgraciadamente, hace ya dos siglos que
un error sumamente pernicioso destroza a todas las naciones, a Francia
particularmente: el laicismo.
Consiste
éste en la negación de los derechos de Dios y de Nuestro Señor Jesucristo sobre
toda la sociedad humana, tanto en la vida privada y familiar, como en la vida
social y política. Los propagadores de esta herejía han repetido el grito de los
Judíos deicidas: “No queremos que reine sobre nosotros”. Y con toda la habilidad, tenacidad y audacia
de los hijos de las tinieblas, se han esforzado por echar a Cristo de todas
partes.
Han
declarado inmoral a la vida religiosa y expulsado a los religiosos; han
intentado imponer a la Iglesia, aunque inútilmente, una constitución cismática;
han decretado la separación de la Iglesia y del Estado y han negado a la
sociedad civil la obligación de ayudar a los hombres a conquistar los bienes
eternos; han introducido el desorden en la familia con la ley del divorcio, han
suprimido los crucifijos en los tribunales, hospitales y escuelas. Y,
finalmente, han declarado intangibles sus leyes y han hecho del Estado un Dios.
(Dom Gueranger)
"Ya está en uso desde hace mucho tiempo
el atribuir a Cristo en un sentido metafórico el título de Rey, por razón de la
excelencia y eminencia singulares de sus perfecciones, por las cuales sobrepuja
a toda criatura. Y nos expresamos de ese modo para afirmar que es el Rey de las
inteligencias humanas, no tanto por la penetración de su inteligencia humana y
la extensión de su ciencia, cuanto porque es la misma Verdad y los mortales
necesitan buscar en él la verdad y aceptarla con obediencia. Se le llama Rey de
las voluntades, no sólo porque a la santidad absoluta de su voluntad divina
corresponden la integridad y la sumisión perfecta de su voluntad humana, sino
también porque, mediante el impulso y la inspiración de su gracia, somete a Sí
nuestra libre voluntad, con lo que viene nuestro ardor a inflamarse para
acciones nobilísimas. A Cristo se le reconoce finalmente como Rey de los
corazones, a causa de su caridad, que excede a todo conocimiento y de su
mansedumbre y bondad, que atraen a las almas; y en efecto, no ha habido hombre
alguno hasta hoy que haya sido amado como Jesucristo por todo el género humano,
ni tampoco se verá en lo porvenir.
"Con todo, no se podría negar, sin
cometer un grave error, que el reinado de Cristo-hombre se extiende también a
las cosas civiles, puesto que recibió de su Padre un dominio absoluto, de tal
modo que abarca todas las cosas creadas y todas están sometidas a su
imperio..." (Pio XI, Quas Primas)
CONSAGRACION
DEL GÉNERO HUMANO AL SAGRADO CORAZON DE JESUS
"Dulcísimo Jesús, Redentor del género humano,
miradnos humildemente postrados delante de vuestro altar: vuestros somos y
vuestros queremos ser; y a fin de poder vivir más estrechamente unidos con Vos,
todos y cada uno espontáneamente nos consagramos en este día a vuestro
Sacratísimo Corazón. Muchos, por desgracia, jamás os han conocido; muchos,
despreciando vuestros mandamientos, os han desechado. ¡Oh Jesús benignísimo,
compadeceos de los unos y de los otros, y atraedlos a todos a vuestro Corazón
Santísimo! ¡Oh Señor! Sed Rey, no sólo de los hijos fieles que jamás se han
alejado de Vos, sino también de los pródigos que os han abandonado, haced que
vuelvan pronto a la casa paterna para que no perezcan de hambre y de miseria.
Sed Rey de
aquellos que por seducción del error o por espíritu de discordia, viven
separados de Vos; devolvedlos al puerto de la verdad y a la unidad de la fe,
para que en breve se forme un solo rebaño bajo de un solo Pastor.
Sed Rey de
los que permanecen aún envueltos en las tinieblas de la idolatría o del
islamismo; dignaos atraerles a todos a la luz de vuestro reino. Mirad
finalmente con ojos de misericordia a los hijos de aquel pueblo que en otro
tiempo fue vuestro predilecto; descienda también sobre ellos, como bautismo de
redención y de vida, la sangre que un día contra sí reclamaron.
Conceded, oh Señor, incolumidad y libertad segura
a vuestra Iglesia; otorgad a todos la tranquilidad en el orden; haced que del
uno al otro confín de la tierra no resuene sino esta voz: "Alabado sea el
Corazón divino, causa de nuestra salud; a Él se entonen cánticos de honor y de
gloria por los siglos de los siglos. Así sea."
martes, 7 de octubre de 2014
La Meritoria Comunión de los Divorciados... Un Sínodo sin Dios.
Se han dado ya dos asambleas más del Sínodo
de Obispos convocado para tratar temas concernientes a la Familia. No queremos
hacer un análisis exhaustivo, de lo que se ha tratado hasta hoy por la mañana,
sino dejar en claro los principios y posturas que se preveían serían aprobados:
1º Un diálogo con el mundo, según el
ejemplo del Concilio Vaticano II
2º
Abandono de las definiciones teológicas para dar lugar a la ambigüedad pastoral, que bajo la égida de “misericordia”
permite todo, apoyada en figuras sofisticas e inexistentes, estableciendo el
mal y el pecado como “GRADOS” de bien. Nótense las frases que dejamos marcadas
en su contexto:
-
“las uniones de hecho en que se convive con lealtad y
amor, presentan elementos de santificación y de verdad”
-
“las formas imperfectas de familia…
valoradas según el principio de gradualidad”
Deberían explicar
¿Cómo se puede tener verdadero amor sin gracia de Dios? ¿Cómo puede haber
santidad en donde habita el pecado grave y donde se vive un falso matrimonio,
verdad?
Causa vergüenza la
desfachatez de llamar “forma imperfecta de familia” al pecado de Adulterio
habitual!
Pero se entiende a
donde quieren llegar, hoy en la tercera “Congregación General” lo desvelan:
“En cuanto a la
Eucaristía de los divorciados que se han vuelto a casar, se ha reiterado que ese sacramento no es el sacramento de
los perfectos, sino de aquellos que están en camino”.
Sí
pero para los que están en el camino al cielo No al infierno viviendo en
pecado: “Non mittendo canibus”, dice Santo Tomás, es el pan de los hijos que no
debe ser arrojado a los perros.
3º La negación de la Doctrina Verdadera,
separando la Persona de Cristo de su Enseñanza:
“la verdad es Cristo, una
Persona, y no un conjunto de reglas”
Cristo
es su Palabra, a eso vino al mundo, es esa la buena nueva del Evangelio, negar
sus “reglas” de vida es negarlo a Él.
Dios quiera que los fieles tomen conciencia
del mal y se aparten de él. Que no permitan ser guiados por ciegos que llevan a
la perdición.
R.P. Hugo Esquives.
(Texto original)
Segunda Congregación General
Ciudad del Vaticano, 7 octubre 2014 (VIS).-Con la
segunda Congregación General que tuvo lugar ayer lunes por la tarde se ha
abierto la discusión en la asamblea general extraordinaria del Sínodo de los
Obispos. Los temas previstos, de acuerdo con el orden del Instrumentum Laboris,
han sido : ''El designio de Dios acerca del matrimonio y la familia'' (Parte I,
cap 1) y ''Conocimiento y Recepción de la Sagrada Escritura y los documentos de
la Iglesia sobre matrimonio y familia ''(Parte I, cap. 2).
Partiendo de la premisa de que la familia es el
núcleo de la sociedad humana, la cuna del amor gratuito y de que hablar de la
familia y el matrimonio implica una educación a la fidelidad se ha reiterado
que la familia debe ser protegida porque es el futuro de la humanidad.
“Porque si la Iglesia no escucha al mundo,
el mundo no escuchará a la Iglesia”
En diversas intervenciones se ha abordado la
necesidad de adaptar el lenguaje de la Iglesia para que la doctrina acerca de
la familia, la vida y la sexualidad se entienda correctamente. Hay que entablar un diálogo con el mundo, siguiendo el
ejemplo del Concilio Vaticano II , es decir con una apertura crítica
pero sincera. Porque si la Iglesia no escucha al mundo,
el mundo no escuchará a la Iglesia. Y el diálogo puede basarse en
cuestiones importantes, como la igual dignidad (¿?)de hombres y mujeres y el
rechazo de la violencia.
El Evangelio no se explica, se demuestra - se ha
afirmado en el Aula - y hay que involucrar sobre todo a los fieles laicos en el
anuncio de la Buena Nueva, destacando su carisma misionero. La evangelización
no debe ser una teoría despersonalizada, al contrario, tiene que llevar a que
las mismas familias den, concretamente , testimonio de la belleza y de la
verdad evangélicas.. El reto, se ha dicho, es pasar de una situación defensiva
a una propositiva y activa, relanzando el patrimonio de la fe con un lenguaje
nuevo, con esperanza, ardor y entusiasmo, dando testimonios convincentes,
creando un puente entre el lenguaje de la Iglesia y el de la sociedad.
“una catequesis 'bíblica' en lugar de 'teológica-especulativa'”
En este sentido, se ha puesto de relieve la preferencia por una catequesis ''bíblica'' en lugar de
''teológica-especulativa'', porque - a pesar de las apariencias el egoísmo no
satisface a las personas que buscan, en cambio, ideales. Y esto se debe
también a que el ser humano aspira a la felicidad y el cristiano sabe que la
felicidad es Cristo, pero ya no encuentra el lenguaje
adecuado para decírselo al mundo. La Iglesia, sin embargo, debe ser
''magnética'', trabajar por atracción, con una actitud de amistad hacia el
mundo.
“la verdad es Cristo, una Persona,
y no un conjunto de reglas”
Por cuanto se refiere a las parejas en dificultad,
(NB. Entiéndase Divorciados) se ha insistido
en la necesidad de que la Iglesia esté cerca de ellas con comprensión, perdón y
misericordia. La misericordia - se ha dicho - es la primera prerrogativa de
Dios, pero hay que considerarla en el contexto de la justicia, solamente así se
respetará en su plenitud el designio divino.
El matrimonio es y sigue siendo un sacramento
indisoluble; sin embargo, ya que la verdad es Cristo,
una Persona, y no un conjunto de reglas, es importante mantener los
principios, no obstante cambien las formas concretas de su actuación. En
resumen, como decía Benedicto XVI: novedad en la continuidad: el Sínodo no
cuestiona la doctrina, pero reflexiona sobre la pastoral, es decir sobre el
discernimiento espiritual para la aplicación de la misma para enfrentar los
retos de la familia contemporánea. En este sentido, la
misericordia no elimina los mandamientos, sino que es su clave hermenéutica.
“las uniones de hecho en que se convive con lealtad y amor,
presentan elementos de santificación y de verdad”
Por otra parte, se ha observado que incluso las situaciones imperfectas deben tratarse con respeto,
por ejemplo, las
uniones de hecho en que se convive con lealtad y amor, presentan elementos de
santificación y de verdad. Lo esencial es, por tanto, considerar
ante todo los elementos positivos, para que el Sínodo infunda
valor y esperanza también a las formas imperfectas de familia, que
pueden ser valoradas según el principio de gradualidad
. Hay que amar realmente a las familias necesitadas.
“las formas imperfectas de familia…
valoradas según el principio de gradualidad”
En el contexto de una sociedad en la que prevalece
una especie de ''ego-latría'', que conduce a la desfamiliarización, se detecta
una pérdida del sentido de la alianza entre el hombre (y la mujer) y Dios. El
anuncio de la belleza de la familia, por lo tanto, no
debería ser un esteticismo, la presentación de un mero ideal para imitar;
al contrario debería explicar la importancia del compromiso
definitivo fundado en la Alianza de los cónyuges con Dios.
Otro punto esencial ha sido el rechazo del
clericalismo: A veces parece que la Iglesia se preocupe más del poder que del
servicio y por eso no inspira los corazones de los seres humanos. . Es
necesario, entonces, volver a imitar a Cristo, volver a encontrar la humildad:
la reforma de la Iglesia debe comenzar por la reforma del clero, porque si los
fieles ven que sus pastores imitan a Cristo, volverán a acercarse a la Iglesia,
que pasará solamente de evangelizar a ser evangelizadora.
También se ha abordado la cuestión del valor
esencial de la sexualidad dentro del matrimonio, Efectivamente, se habla tanto,
críticamente, de la sexualidad fuera del matrimonio que la sexualidad conyugal
parece casi la concesión a una imperfección. El Sínodo ha mencionado -
brevemente - la necesidad de mejorar la formación de los sacerdotes, de
políticas en favor de la familia y del relanzamiento de la transmisión de la fe
en la familia.
Durante la hora de la discusión libre, -18,00 a
19,00- también ha habido dos propuestas: que el Sínodo enviase un mensaje de
aliento y estima a las familias en Irak, amenazadas de exterminio por el
fanatismo islámico y obligadas a huir para no renunciar a su fe. La propuesta
fue sometida a votación y aprobada por mayoría.
La segunda propuesta se refería a la necesidad de incluir en la reflexión al clero casado de las Iglesias
Orientales, que a menudo vive también crisis familiares, que pueden desembocar
en la solicitud de divorcio.
Tercera
Congregación General
Ciudad del Vaticano, 7 octubre 2014 (VIS).-Esta
mañana durante la tercera congregación general ha proseguido la discusión. Los
temas previstos, de acuerdo con el orden del Instrumentum Laboris, han sido :
''Evangelio de la familia y ley natural'' (Parte I, cap. 3) y ''La familia y la
vocación de la persona en Cristo'' (Parte I, cap 4. ).
En la apertura de la Congregación se ha anunciado
que el Consistorio ordinario, convocado por el Santo Padre para el lunes, 20 de
octubre estará dedicado a la situación en el Oriente Medio, a la luz de los
resultados de la reunión de algunos Representantes Pontificios y de los
Superiores de los Dicasterios competentes celebrada en el Vaticano del 2 al 4
de octubre. El tema del Consistorio será presentado por el cardenal Pietro
Parolin, Secretario de Estado. En el encuentro también participarán seis
patriarcas orientales y el patriarca latino de Jerusalén, S.B. Fouad Twal.
El debate general ha continuado siguiendo los
argumentos previstos. Se ha afirmado que era necesaria una mayor preparación
para el matrimonio, para que éste no fuera sólo válido, sino también
fructífero. La propuesta es la de no preocuparse solamente por los remedios
para el fracaso de la unión conyugal, sino también por las condiciones que la
hacen válida y fructífera. Lo que hay que transmitir es una visión del
matrimonio no sólo como punto de llegada, sino como un camino hacia una meta
más alta, un camino de crecimiento personal y de pareja, una fuerza y fuente de
energía. La elección del matrimonio es una vocación verdadera y propia y como
tal requiere fidelidad y coherencia para ser realmente un lugar de crecimiento
y de salvaguardia de lo humano.
Para ello, hay que acompañar constantemente a los
cónyuges en su itinerario de vida, a través de una pastoral familiar intensa y
vigorosa. El camino de preparación para el sacramento del matrimonio debe ser,
por lo tanto, largo, personalizado y también severo, sin miedo a que
eventualmente disminuya el número de bodas celebradas en la Iglesia. De lo
contrario, se corre el riesgo de obstruir los tribunales de justicia con los
procesos matrimoniales.
Otro punto destacado en el Aula ha sido la
influencia de los medios de comunicación, a veces intrusivos, cuando presentan
ideologías contrarias a la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio y la
familia. En esta perspectiva, se ha reiterado que además de proteger a los
católicos, también hay que prepararlos mejor. La Iglesia debe ofrecer su
enseñanza de forma más incisiva, presentando la doctrina no como una lista de
prohibiciones, sino haciéndose más cercana a los fieles, como hacía Jesús. De
esta manera, actuando con empatía y ternura, será posible reducir la brecha
entre la doctrina y la práctica, entre las enseñanzas de la Iglesia y la vida
familiar. Porque lo que necesitamos no es una elección
entre la doctrina y la misericordia, sino la puesta en marcha de una
pastoral iluminada, para animar sobre todo a las familias en dificultades, que
a menudo tienen la sensación de que no pertenecen a la Iglesia.
“En cuanto a la Eucaristía de los divorciados que se han vuelto a
casar, se ha reiterado que ese sacramento no es el sacramento de los perfectos,
sino de aquellos que están en camino”
Se ha reanudado el debate sobre el tema
de las parejas con problemas, (NB.
Entiéndase Divorciados) los divorciados que se
han vuelto a casar. A ellos, se ha dicho, la Iglesia no debe presentar un juicio, sino
una verdad, con una mirada comprensiva, porque la gente sigue la verdad y sigue
a la Iglesia si ésta dice la verdad. La ''medicina'' de la
misericordia da acogida, atención y apoyo. Sobre todo porque - se ha destacado-
las familias que sufren no buscan soluciones pastorales rápidas, no quieren ser
una mera cifra estadística, sino que sienten la necesidad de ser aconsejadas y
de sentirse aceptadas y amadas. Se debe dar más espacio
a la lógica sacramental que a la jurídica.
En cuanto al acercamiento
a la Eucaristía de los divorciados que se han vuelto a casar, se ha reiterado
que ese sacramento no es el sacramento
de los perfectos, sino de aquellos que están en camino.
Al igual que ayer por la tarde la discusión se ha
centrado también en la necesidad de renovar el lenguaje de la proclamación del
Evangelio y de la transmisión de la doctrina. La Iglesia debe abrirse más al
diálogo y escuchar con más frecuencia (y no sólo en casos excepcionales) las
experiencias de las parejas casadas, porque sus luchas y sus fracasos no pueden
ser ignorados; al contrario, pueden ser el fundamento de una teología real,
verdadera. Y siempre a propósito del lenguaje, ha
habido alguna que otra perplejidad acerca de la sugerencia incluida en el
Instrumentum Laboris - de profundizar en el concepto, de inspiración
bíblica, de ''orden de la creación'' como posibilidad de releer de una manera
más significativa la ''ley natural''. No es suficiente cambiar el vocabulario,
se ha dicho, si luego no se consigue crear un puente de diálogo efectivo con
los fieles. En este sentido, se ha afirmado que la vasta y difusamente sentida
necesidad de cambio debe entenderse como conversión pastoral para que el
anuncio del Evangelio sea más eficaz.
A continuación se han presentado tres dimensiones
específicas de la familia: la vocación a la vida; la misionera, entendida como
testimonio de Cristo a través de la unidad familiar; y la aceptación del otro,
ya que la familia es la primera escuela de alteridad, el lugar donde se pueden
aprender la paciencia y la lentitud, en contraste con el ajetreo y el bullicio
del mundo moderno. También se ha puesto de relieve otra dimensión ulterior del
núcleo familiar : la santidad, porque la familia educa a la santidad, es un
icono de la Trinidad, Iglesia doméstica al servicio de la evangelización, futuro
de la humanidad.
Otros puntos mencionados
durante la Tercera Congregación General han sido la importancia de la
catequesis para las familias, especialmente para los niños, y de la oración
entre las paredes domésticas que da lugar a una verdadera y propia generación
de la fe, transmitiéndola de padres a hijos. Por último, se ha subrayado la
necesidad de un formación más profunda de los sacerdotes y catequistas.
Victoria contra los musulmanes, Fiesta de Nuestra Señora del Santísimo Rosario
HISTORIA DE LA FIESTA. — La fiesta del
Rosario la instituyó San Pío V en
recuerdo
de la victoria de Lepanto sobre los turcos. Ya se sabe que, en el siglo XVI,
los discípulos de Mahomet, después de apoderarse de Constantinopla, de Belgrado y de Rodas, pusieron en peligro serio a
toda la cristiandad. El Papa San Pío V, aliado del Rey de España Felipe II y de
la República de Venecia, les declaró la guerra. Don Juan de Austria, que
llevaba el mando de la flota, recibió órdenes de trabar batalla lo más pronto
posible y, por eso, al saber que la flota turca se encontraba en el golfo de Lepanto, fue allí a atacarla. El encuentro ocurrió el 7
de octubre de 1571, junto a las islas de Corfú (Equinadas). En aquel instante,
en todo el mundo las cofradías del Rosario oraban con confianza. Los soldados de
D. Juan se pusieron de rodillas para implorar el auxilio del cielo y, aunque
eran muchos menos, empezaron el combate.
Después de una lucha terrible de cuatro horas, de trescientos barcos enemigos,
sólo cuarenta pudieron huir; los demás fueron hundidos y 40.000 turcos encontraron
la muerte. Europa se había salvado.
Al mismo tiempo y conforme se iban desarrollando estos sucesos, San Pío
V tuvo la visión
de la victoria; se arrodilló para dar gracias a
Dios y determinó que en lo sucesivo, el 7 de octubre se celebrase una fiesta en
honor de Nuestra Señora de la Victoria, cuyo título fue cambiado por Gregorio XIII
en este otro de Nuestra Señora del Rosario.
EL
ROSARIO.— Si la costumbre de recitar Padrenuestros y Avemarias remonta a
remotísima' antigüedad, la oración meditada del Rosario tal como hoy la
tenemos, se atribuye a Santo Domingo. Es cierto, al menos, que él y sus hijos trabajaron
mucho en propagarle y de él hicieron su arma principal en la lucha contra los herejes
Albigenses, que en el siglo XIII infectaban el sur de Francia.
Tiene por fin su práctica hacer revivir en nuestras
almas los misterios de nuestra salvación
acompañando
la meditación de los mismos con la recitación de decenas de Ave Marías, precedidas
del Padre nuestro y seguidas .del Gloria,
al Padre. A primera vista, la recitación de tantas
Ave Marías puede parecer monótona, pero en realidad, con un poco de
atención y costumbre, la meditación siempre nueva y más honda de los misterios
de nuestra salvación da variedad y abundancia. De todos modos se puede decir
sin exageración que en el Rosario se encuentra
toda la Religión y como un resumen de todo el cristianismo:
el Rosario
es el resumen de la fe: es decir, de
las verdades que tenemos que creer; el Rosario
nos
las presenta de una forma sensible y viva, y a la exposición de esas verdades
junta la
oración
en que se implora la gracia de comprenderlas mejor para gustarlas más todavía;
el Rosario es
el resumen de la Moral: pues toda
la Moral se resume en seguir e imitar a Aquel que es "el Camino, la Verdad
y la Vida". Ahora bien,, precisamente por. la oración del Rosario obtenemos,
de María la gracia y la fuerza de imitar a su divina Hijo;
el Rosario es el resumen del culto: porque, uniéndonos a Cristo en. los misterios meditados,
tributamos
al Padre; la adoración en espíritu y en verdad que espera de nosotros; y nos
unimos a Jesús y a María para pedir con Ellos y por Ellos las gracias de que
tenemos necesidad; finalmente,.
el Rosario
nutre las virtudes teologales y
nos ayuda a intensificar nuestra caridad fortaleciendo las virtudes de esperanza y de
fe, pues, "por la meditación frecuente de estos misterios, el alma se
inflama de amor y de agradecimiento por las pruebas de dilección que Dios nos
ha dado; desea con ansia la recompensa celestial que Jesucristo ganó para los
que se unan a El imitando sus ejemplos y participando de sus dolores. Durante
este rezo la oración se expresa con palabras que vienen del mismo Dios del Arcángel Gabriel y de la Iglesia; está lleno de
alabanzas y de saludables peticiones; se renueva y se prolonga en un orden
determinado y variado a la vez; produce frutos de piedad siempre nuevos y
siempre dulces" (Encícl. Octobri
mense, 22 de septiembre de 1891)
PLEGARIA
A NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO.
Te saludo,
María, en la suavidad de tus misterios gozosos, y primeramente en la santa
Encarnación, que te hizo Madre de mi Salvador y Madre de mi alma, y te doy
gracias por la dulce
claridad que has traído al mundo.
¡Oh Nuestra
Señora de la alegría! Enséñanos las virtudes que hacen mansos los corazones
y haz que, en este mundo, donde abundan los dolores,
caminen tus hijos en la luz de Dios
para que, cogidos de tu mano maternal, logren alcanzar
y poseer un día de modo completo el
término con que los sostiene tu corazón, es decir, el
Hijo de tu amor, Jesucristo Señor Nuestro.
Te saludo
María, Madre de los Dolores, en los misterios de más amor, en la Pasión y en
la muerte de mi Señor Jesucristo; y, juntando mis
lágrimas con las tuyas, querría amarte tanto,
que mi corazón, traspasado con el tuyo por los clavos
que desgarraron a mi Salvador, sangrase
con la misma sangre de los Corazones sagrados del Hijo
y de la Madre. Y te bendigo, oh
Madre del Redentor y Corredentora, en el rojizo esplendor
del Amor crucificado, te bendigo
por este sacrificio, que ya antes aceptaste en el
Templo y que hoy consumas, ofreciendo en
perfecto holocausto a la justicia de Dios a ese Hijo de
tu cariño y de tu virginidad. Te bendigo
por la sangre preciosa que ahora corre para lavar los
pecados de los hombres, la cual tuvo su
origen en tu Corazón purísimo; y te ruego, oh Madre, que me lleves a las cumbres del amor
a que sólo se puede llegar mediante una intima unión
con la Pasión y con la muerte de nuestro
muy amado Señor Jesús.
Te saludo, oh
María, en la gloria de tu Majestad Real.
Los dolores de la tierra han dado paso a los goces infinitos, y su púrpura de
sangre te ha tejido el manto maravilloso que conviene a la Madre del Rey de
reyes y a la Reina de los Ángeles. En el esplendor de tus triunfos, Señora
digna de nuestro amor, permíteme simplemente levantar mis ojos hacia ti. Mejor
que las palabras, te dirán ellos el amor de este hijo tuyo y las ansias que
tiene de pasar su eternidad mirándote con Jesús, porque eres bella y eres
buena, ¡oh Clementísima, oh Piadosa, oh Dulce Virgen María!
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